21 abril, 2016





Luna.
Tan pálida y quieta.
Con tu brillo la ciudad reflejas.
Y eres la única testigo de la tristeza
de aquella pequeña niña de largas trenzas.
Esa que permanece en pie
justo frente al mar,
sintiendo celos del pez
que nada feliz en libertad.
Luna.
Tan pálida y quieta.
Allí arriba estás segura,
de la humanidad
y la locura. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario