02 enero, 2016

Silbidos y zumbidos.

Ese silbido en la noche.
Que suena a lo lejos y se oye a través de cualquier ventana.
La mismísima tristeza para algunos.
La mismísima lujuria para otros.
Se repite constantemente su melodía.
Noche tras noche.
Canturreando su música sin cesar.
Incitando a lo prohibido…
Como si se mantuviese en pie con las manos en alza.
Preparadas para sujetar a aquel que se atreva a saltar a sus brazos.
Ese silbido en la noche.
Que recorre la ciudad.
Banda sonora de las almas perdidas.

De las estrellas que ya no brillarán jamás.