21 enero, 2015

Un quiero, pero no puedo.

El sí y el no,
el yin y el yang,
el todo y la nada.

Un tal vez.

"Tal vez haya estado pensado en mí antes de ir a la cama".

Un quizás.

"Quizás mañana la lluvia me moje y se lleve con ella los recuerdos y también a las personas innecesarias e ingratas".

Un ahora sí.

"Ahora sí que puedo decir que no me importa cuántos minutos marquen las manecillas de mi reloj. Tampoco me importa si se nos gasta la pila, tengo más guardadas en el cajón, las he estado coleccionando desde aquella vez que me dejaron con el reloj roto y el corazón parado. ¿O era al revés? Ya no me acuerdo".

Un ahora no.

"Ahora no tengo ganas de comerme el coco con tus palabras vacías, palabras con olor a rosas azules y chocolate caliente, pero vacías al fin y al cabo".


Un me marcho,
pero no me voy.

Un no te quiero,
pero te necesito para sentirme yo.

Un ya no dormiré más contigo,
pero deja mi sitio intacto sobre el colchón.

Un por fin te he olvidado,
pero seguiré escribiéndote mis cartas,
esas que van sin dirección.

Como tú, como yo, como todos...


Grrrr!
                                              

Buscamos siempre en los demás al culpable y hay que aceptar que, a veces, nosotros no somos la víctima, sino el enemigo.

Cobardemente valiente.

No tienes la necesidad de hablar cuando tus ojos reflejan con precisión, furia y desesperación aquello que realmente anhelas.

Porque de lo único que tienes ganas es de acabar con esta farsa y saltar de una vez la valla, 
esa valla que separa lo que los demás esperan de ti de aquello que te gustaría ser, gritar y vivir.

La valla de los valientes la llaman, creo.

Pero no, tú no lo eres, ¿no es eso lo que siempre has querido creer?
Eres cobarde.
Cobarde para saltar, para hablar e incluso cobarde para atreverte a reír en lugar de llorar.

¿Es que acaso ser valiente no es tenerle miedo a la cobardía? 

16 enero, 2015



Qué insoportable


verte sonreír


de espaldas al espejo.





     

    




           Porque a veces duele no ser de nadie 



                         y desear ser parte de todo y de todos. 

12 enero, 2015

Qué sinrazón...

Salir a la calle sin tu aroma,
es ahogarse entre un mar de gente sin color
y que no siente dolor.

Salir a la calle sin ti,
es ir con mi corazón en la mano,
agarrándose a duras penas de la manga gris de mi jersey.

Y, desgraciadamente, ya está haciendo calor. 

10 enero, 2015

"La razón por la cual los perros tienen tantos amigos

es porque mueves sus colas


en lugar de sus lenguas".