21 enero, 2015

Un quiero, pero no puedo.

El sí y el no,
el yin y el yang,
el todo y la nada.

Un tal vez.

"Tal vez haya estado pensado en mí antes de ir a la cama".

Un quizás.

"Quizás mañana la lluvia me moje y se lleve con ella los recuerdos y también a las personas innecesarias e ingratas".

Un ahora sí.

"Ahora sí que puedo decir que no me importa cuántos minutos marquen las manecillas de mi reloj. Tampoco me importa si se nos gasta la pila, tengo más guardadas en el cajón, las he estado coleccionando desde aquella vez que me dejaron con el reloj roto y el corazón parado. ¿O era al revés? Ya no me acuerdo".

Un ahora no.

"Ahora no tengo ganas de comerme el coco con tus palabras vacías, palabras con olor a rosas azules y chocolate caliente, pero vacías al fin y al cabo".


Un me marcho,
pero no me voy.

Un no te quiero,
pero te necesito para sentirme yo.

Un ya no dormiré más contigo,
pero deja mi sitio intacto sobre el colchón.

Un por fin te he olvidado,
pero seguiré escribiéndote mis cartas,
esas que van sin dirección.

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