Satélites.
Ondas de radio.
Correos electrónicos.
Cartas escritas a mano.
Buzones.
El cartero.
Atardeceres en la playa.
Nuestro banco del parque.
El gatos sin hogar que ronda siempre por mi calle...
Fueron los indudables testigos de nuestro mayor error.
No hay comentarios:
Publicar un comentario