Tanto
esperar a que llegase el invierno,
a que las
cosas cambiasen,
a protegerme
por fin del frío bajo tus ramas,
a sentir la
nieve deshacerse bajo mis dedos
igual de
rápido que se deshacen mis sueños.
Tanto
esperar por el invierno,
hizo que las
estrellas cayesen del cielo
sudadas de
desesperación y anhelo.